Hoy me levanté y la vi preparando café, le pedí que me haga uno, en la verdad pensaba tomar mate pero dije, voy a necesitar un up. me hizo una taza grande y para ella una chiquita. Nos sentamos en la mesa y me dijo tengo que hablar algo serio con vos, inmediatamente su voz empezó a temblar.
Por suerte ella entendió todo el razonamiento de la situación. Las responsabilidades, lo que nos toca a cada uno, lo que pesa, lo que viene, cómo y cuándo. Cada palabra que salía de su boca era como el conteo de un nacimiento, se transmutó en alguien nuevo.
La escuché y me uni con más fuerzas a esta lucha cotidiana, cada vez trato de acumular más y más esperanzas.
Todo va a salir bien es una frase que hace tan bien repetirsela a uno. Ahora como siempre, a mirar para arriba y seguir con la cabeza en alto,
yo puedo,
yo puedo.
Ayer a la noche, con mis hermanas de todos los días, son mi familia, son tanto. Hoy por suerte veo a mis amigos y a mi cosita, que con el simple saludo lindo de "
te extrañé toda la semana" ya me ilumina la semana y me da fuerzas para seguir empujando este impredisible caballo de troya que surgió.
Son fuerza.